Una persona que fue a comer unas galletas con su hija a las tiendas Neiman Marcus, en Dallas, Estados Unidos, le gustaron tanto que le pidió a la camarera si podía darle la receta. Ella dijo que no. Preguntó entonces si podía comprar la receta. La camarera dijo que sí y que costaba "dos cincuenta". El hombre pidió que cargaran el importe en su tarjeta.
Al mes siguiente encuentra en el resumen de su tarjeta un gasto por u$s 250 en lugar de los u$s 2,50 que supuso. Llama a Neiman Marcus para reclamar y le dicen que no le devolverán su dinero. Para vengarse decide divulgar la receta a todo aquel que tenga una dirección de correo electrónico.
Neiman Marcus ha desmentido esta historia en su sitio web, e incluso publica la receta de las galletas.
Este correo electronico a viajado por la red muchas veces, y se ha vuelto muy famoso, creando una reputacion a la compañia de estafadores, sin embargo las galletas Neiman Marcus son tan ricas que a la gente no le ha importado mucho este pequeño error de relaciones públicas cometido por la camarera.
Este correo electronico a viajado por la red muchas veces, y se ha vuelto muy famoso, creando una reputacion a la compañia de estafadores, sin embargo las galletas Neiman Marcus son tan ricas que a la gente no le ha importado mucho este pequeño error de relaciones públicas cometido por la camarera.
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